El discurso monolítico de la jauría


Por Luis Ernesto Ruiz Martínez. Como soy un convencido de la necesidad del mejoramiento humano y de la utilidad de la virtud, compartiré algunas ideas publicadas en Facebook por Loscar Luyazan que comparto y aportan luces a los debates sostenidos en días recientes.

Su comentario original se relaciona con las repercusiones del texto de Javier Gómez Sánchez publicado recientemente. Las revelaciones han tenido defensores y detractores, algo que resulta lo más normal del mundo en estas redes, pero no todos han sabido interpretar y aceptar, según la posición asumida sobre los implicados.

Desde varias plataformas enemigas de Cuba […] tratan de ridiculizar las palabras de Javier, en evidente falta de argumentos para responder a todos sus argumentos y testimonios, y mediante un pensamiento mucho más pedestre, interesado y éticamente ruin. Al convertir un testimonio personal en un argumento “teórico” y político. Qué profundidad, y qué oportunismo. Pero ayuda a deslindar y ver con más claridad.

Poco después agrega un comentario (con afirmación incluida que resaltaré en negrita para que se entienda bien) que compartimos varios de los que hemos seguido por años a los principales blogs cubanos.

Yo también quisiera que La Joven Cuba se irguiera como un medio revolucionario y lúcido, pero ¿es que no se dan cuenta de quiénes le hacen coro? ¡Y por qué le hacen coro? Pues porque lo que hacen les sirve a sus fines…¿Hay que ser tan inteligente para no captar y valorar eso? Es una de las razones por la que no me convencen. Además, ¿quiénes, mayoritariamente opinan en aquel blog? Aquellos que parecen convocados para repetir todo tipo de ignominias, lenguaje vulgar, cinismo que parecen vomitivos intelectuales, como el tal Tony, etc. Si valoro el impacto de mis «ideas superiores» por quiénes las apoyan…¿no puedo sacar alguna conclusión?

Como resulta imposible reflejar en un blog todos los matices de un debate de Facebook, apenas dejo aquí la respuesta de Irfasa Irf:

LJC es un blog hecho por revolucionarios. Lo demostraron antes y lo demostrarán después. QUIZAS NO ES LO BLOG REVOLUCIONARIO PERFECTO pero está hecho con una buena arcilla. En lo único que algunos de los opinantes en el bando del discurso monolitico (Y LA PUREZA) son expertos es en volver a revolucionarios humanamente imperfectos en apáticos/ a los apáticos en Enfermos en Rechazo Irreflexivo (ERI)/ y a los ERI en enemigos de la revolución.

Y la de Loscar Luyazan, que incluye cinco puntos que, a su juicio, caracterizan el discurso monolítico:

1. Comprender que agrupamientos como Cuba Posible, una de cuyas máximos figuras declara que está a favor de un cambio de régimen en Cuba, por vía pacífica, debe ser objeto de crítica (ejercicio del criterio acerca de las ideas que proponen). Este discurso monolítico, además, no ve que sea necesaria la delicadeza de no mencionarlo.
2. Advertir que si hasta el momento Cuba – (con toda su pobreza y hasta la miseria que constantemente le subrayan los pluralistas-no monolíticos)- es casi el único país donde los peores desastres naturales casi nunca provocan un muerto, y eso lo reconoce hasta malanga y que si ese escandaloso hecho es un resultado de muchos factores positivos en que está implicada la organización de todo un pueblo y sus autoridades , comprender que si un grupo solicita dinero internacional para supuestamente “cubrir” noticias de esos desastres, están funcionando según el guión aprendido en esos cursos precisamente generosos (aunque no se den cuenta algunos) para cuestionar a las autoridades cubanas, para mostrar “variedad” ante el supuesto monolito cubano, y para propiciar noticias después convenientemente presentadas. No hay que tener un catalejo para analizar esto, ¿o sí?
3. Comprender que todos los infinitos y tremendos problemas y deficiencias terribles del funcionamiento de nuestra Prensa y la política partidista al respecto, hay que resolverlo de otro modo que no sea deslizando constantemente generalizaciones descalificadoras, desde fuera y trabajando para medios extranjeros que están dirigidos a aquellos países donde no existe la libertad de expresión o está limitada. Trabajar en ellos significa admitir la valoración y objetivos de esas instituciones. Y aunque el país ha reconocido que existen problemas y que no se renuncia a resolverlos, ¿debemos ser tan monolíticamente ingenuos para no saber que los intereses que manejan a esas instituciones remiten a los que claramente no quieren ninguna verdadera democracia en Cuba? Pero no sólo eso, sino que la están reduciendo en esta época a su mínima expresión en sus mismos países? Se me olvidaba mencionar la LEY MORDAZA en España. ¿Esas instituciones ya incluyeron en la lista de sus iniciativas tan encantadoramente generosas a España?¿Pudiéramos hacer un articulito encantador en El Toque denunciando la Ley Mordaza, o la alianza entre el PP y el PSOE?
4. Comprender que si un joven que es revolucionario no ve los 3 puntos anteriores, o al menos calla su crítica ante ellos, o contribuye a callar (censurar, ya sea por presión o amablemente la opinión de otro al respecto) los monolíticos no hacen mal en expresar su opinión. Y los no monolíticos encantadores de audiencias al menos deben dar su opinión al respecto, pero nunca creer que siendo monolíticamente monolíticos acusando a otros de serlos, van a zanjar lo que dejan en el aire.
5. Cuando los listos pluralistas no monolíticos hagan un análisis de los puntos anteriores, sin duda me ayudarán a salir de mi lamentable estado monolíticamente inestable. Si lo siguen evadiendo…¿qué decir? ¿Es que debemos encantar a los desencantados ocultando esas reflexiones?

A mí me queda claro, ojalá a ustedes también.

4 comentarios sobre “El discurso monolítico de la jauría

  1. Luis Ernesto:
    Como cuando INVOLUCIONÓ la Europa del Este muchos pensaron que el Marxismo-Leninismo había fracasado, las Bibliotecas de los Núcleos y Comités de Base se esfumaron, y se botaron los libros que se repartimos por el DOR del CC del Partido.
    Estos debates que se están produciendo me indica que es bueno hacerle llegar a mis compañeros
    De las Obras Escogidas de Mao Tse-tung
    EDICIONES EN LENGUAS EXTRANJERAS
    PEKIN 1976
    Primera edición 1968
    (3a impresión 1976)
    Tomo II, págs. 25-27.
    Digitalizado y preparado para el internet: Por el Movimiento Popular Perú de Alemania, 1993.
    Esta edición: Marxists Internet Archive, mayo de 2001.
    pág. 25
    CONTRA EL LIBERALISMO
    7 de septiembre de 1937
    Estamos por la lucha ideológica activa, pues ella es el arma con que se logra la unidad interna del Partido y demás colectividades revolucionarias en beneficio del combate. Todos los comunistas y revolucionarios deben empuñar esta arma.
    Pero el liberalismo rechaza la lucha ideológica y propugna una paz sin principios, dando origen a un estilo decadente y vulgar, que conduce a la degeneración política a algunas organizaciones y miembros del Partido y demás colectividades revolucionarias.
    El liberalismo se manifiesta en diferentes formas:
    A sabiendas de que una persona está en un error, no sostener una discusión de principio con ella y dejar pasar las cosas para preservar la paz y la amistad, porque se trata de un conocido, paisano, condiscípulo, amigo íntimo, ser querido, viejo colega o viejo subordinado. O bien buscando mantenerse en buenos términos con esa persona, rozar apenas! el asunto en lugar de ir hasta el fondo. Así, tanto la colectividad como el individuo resultan perjudicados. Este es el primer tipo de liberalismo.
    Hacer críticas irresponsables en privado en vez de plantear activamente sugerencias a la organización. No decir nada a los demás en su presencia, sino andar con chismes a sus espaldas; o callarse en las reuniones, pero murmurar después. No considerar para nada los principios de la vida colectiva, sino dejarse llevar por las inclinaciones personales. Este es el segundo tipo.
    Dejar pasar cuanto no le afecte a uno personalmente; decir lo menos posible aunque se tenga perfecta conciencia de que algo es incorrecto; ser hábil en mantenerse a cubierto y preocuparse únicamente de evitar reproches. Este es el tercer tipo.Desobedecer las órdenes y colocar las opiniones personales en primer lugar; exigir consideraciones especiales de la organización, pero rechazar su disciplina. Este es el cuarto tipo.
    pág. 26
    Entregarse a ataques personales, armar líos, desahogar rencores personales o buscar venganza, en vez de debatir los puntos de vista erróneos y luchar contra ellos en bien de la unidad, el progreso y el buen cumplimiento del trabajo. Este es el quinto tipo. Escuchar opiniones incorrectas y no refutarlas, e incluso escuchar expresiones contrarrevolucionarias y no informar sobre ellas, tomándolas tranquilamente como si nada hubiera pasado. Este es el sexto tipo.
    Al hallarse entre las masas, no hacer propaganda ni agitación, no hablar en sus reuniones, no investigar ni hacerles preguntas, sino permanecer indiferente a ellas, sin mostrar la menor preocupación por su bienestar, olvidando que se es comunista y comportándose como una persona cualquiera. Este es el séptimo tipo.
    No indignarse al ver que alguien perjudica los intereses de las masas, ni disuadirlo, ni impedir su acción, ni razonar con él, sino dejarle hacer. Este es el octavo tipo.
    Trabajar descuidadamente, sin plan ni orientación definidos; cumplir sólo con las formalidades y pasar los días vegetando: «mientras sea monje, tocaré la campana». Este es el noveno tipo.
    Considerar que se ha rendido grandes servicios a la revolución y darse aires de veterano; desdeñar las tareas pequeñas pero no estar a la altura de las grandes; ser negligente en el trabajo y flojo en el estudio. Este es el décimo tipo.
    Tener conciencia de los propios errores pero no intentar corregirlos, tomando una actitud liberal para consigo mismo. Este es el undécimo tipo.
    Podrían citarse otros tipos más, pero los once descritos son los principales.
    Todas éstas son manifestaciones de liberalismo.
    En una colectividad revolucionaria, el liberalismo es extremadamente perjudicial. Es una especie de corrosivo, que deshace la unidad, debilita la cohesión, causa apatía y crea disensiones. Priva a las filas revolucionarias de su organización compacta y de su estricta disciplina, impide la aplicación cabal de su política y aleja a las organizaciones del Partido de las masas que éste dirige. Se trata de una tendencia sumamente perniciosa.
    El liberalismo proviene del egoísmo de la pequeña burguesía; éste coloca los intereses personales en primer plano y relega los intereses de la revolución al segundo, engendrando así el liberalismo en los terrenos ideológico, político y organizativo.
    pág. 27
    Los adictos al liberalismo consideran los principios del marxismo como dogmas abstractos. Aprueban el marxismo, pero no están dispuestos a practicarlo o a practicarlo cabalmente; no están dispuestos a sustituir su liberalismo por el marxismo Tienen su marxismo y también su liberalismo hablan del marxismo pero practican el liberalismo el marxismo es para los demás y el liberalismo para ellos, mismos. Llevan ambos en su bagaje y encuentran aplicación para uno y otro. Así es como funciona el cerebro de cierta gente.
    El liberalismo constituye una manifestación de oportunismo y es radicalmente opuesto al marxismo. Es negativo y, objetivamente, hace el juego al enemigo. De ahí que éste se alegre si en nuestras filas persiste el liberalismo. Por ser tal su naturaleza, no debe haber lugar para el liberalismo en las filas revolucionarias.
    Debemos emplear el espíritu marxista, que es positivo, para superar el liberalismo, que es negativo. El comunista debe ser sincero y franco leal y activo, poner los intereses de la revolución por encima de su propia vida y subordinar sus intereses personales a los de 1a revolución; en todo momento y lugar ha de adherirse a los principios justos y luchar infatigablemente contra todas las ideas y acciones incorrectas, a fin de consolidar la vida colectiva del Partido y la ligazón de éste con las masas ha de preocuparse más por el Partido y las masas que por ningún individuo, y más por los demás que por sí mismo. Sólo una persona así es digna de llamarse comunista.
    Todos los comunistas leales, francos, activos y honrados deben unirse para combatir las tendencias liberales, que cierta gente tiene, y encauzar a ésta por el camino correcto. He aquí una de nuestras tareas en el frente ideológico.

    Un abrazo REVOLUCIONARIO.

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  2. Muy de acuerdo con el post. En el mismo momento en que Ud. solicitó «ayuda» extranjera para ejercer un «periodismo» en la Cuba actual, Ud. dejó de ser «independiente»…y patriota.
    Y respecto a «Cuba Posible», la Cuba que ellos quieren «hacer posible» es una Cuba que sea lo más parecida..a la de 1958.

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