Nosotros somos Romerías


Logo oficial de la edición 22 de las Romerías.
Logo oficial de la edición 22 de las Romerías.

Por Alexis Triana*. Vamos a llegar juntos a las 22 Romerías de Mayo, como Festival de Juventudes Artísticas y Promotores culturales, cuando no existe otro en el mundo, nacido desde los hijos de una ciudad, que recree una tradición de más de siglo y medio, levante un Hacha de resistencia cultural desde una Loma de la Cruz, y convoque a venir a Cuba Libre en la red de redes a todos los que creemos en un mundo mejor.

Hoy llegan por vez primera a Holguín, al norte del Oriente cubano, artistas aborígenes de Noruega; rockeros de Suiza, Francia y Japón; Poetas del Mundo desde casi toda Suramérica; y decenas de estudiantes de escuelas de arte de Nueva Escocia en Canadá, por solo citar algunos delegados de los más de trescientos cincuenta que ya tienen boleto de viaje hasta la ciudad cubana de los parques.

Muy pocos festivales del planeta tienen hoy esta oportunidad. De desafiar a su tiempo desde tres generaciones de hacedores, fundadores de la Asociación Hermanos Saiz en plena actividad, y jóvenes creadores con su medalla del XX aniversario; ambos con el orgullo de haber desarrollado sus eventos propios como las Rockmerías, las Bloguerías, el Photofest o las ElectroRomerías, que nacieron más de una década después del 3 de mayo de 1994, y que son el mayor acicate para los muchachos que se incorporan al comité de voluntarios, porque se puede soñar el imposible.

El pintor Cosme Proenza, vital y atento a todo reto, se sumó desde el primer minuto al movimiento: Hace un año fui a verlo, cuando aún no los pórticos del Parque de Los Tiempos no se habían concluido, y su fe en el futuro seguía inquebrantable. Me escuchó hablar de las penurias económicas, y entregó un grabado para que lo reprodujera por otros cien, y entregara a aquellos holguineros que aportaran una acción material al festival.

Muy pocos conocen que varios propietarios de los equipos de audio y luces en las pasadas Romerías donaron como mínimo dos presentaciones. Al igual que los mejores músicos de Holguín, u otros muy cotizados como Buena Fé, que son parte de Romerías, y se negaron a cobrar actividades dentro del Festival. O Héctor, director de PMM, que trajo el mejor equipamiento de audio para ellos, en dos rastras desde La Habana hasta el estadio Calixto García, de manera voluntaria y sin publicitar palabra. Me niego a que alguien considere perjudicial esa imagen para nuestros ciudadanos, sea de un artista, una cooperativa o de trabajadores por cuenta propia.

Lo mismo cree Elisa, incansable productora de TeleCristal, que puso a disposición del comité una habitación de su hostal por esa semana; y Escalona, que tanto nos sufrió como comercial en el Hotel Pernik y ahora, en el restaurante San José, quiere asumir de sus ingresos la invitación a los invitados de renombre. O Sierra, para mí el mejor delegado de comercio exterior que hemos tenido y que, con el mismo decoro maneja su taxi hasta el aeropuerto después de jubilado.

Porque un mega festival como el nuestro necesita habitaciones, autos que no alcanzan, actuaciones gratuitas, sistemas de audio y luces; y no reducirse ni disminuirse, como más de una vez nos propusieron, para este proyecto de festival mundial no se detenga, y haya continuidad y no ruptura, y los jóvenes puedan beber de la tradición y del orgullo de sus padres y abuelos.
Alguien podría pensar que aún la cifra de jóvenes artistas asistentes, medio millar entre cubanos y extranjeros, es baja comparada con los doscientos mil turistas anuales del polo turístico. Obvia que en el mundo se invita a los artistas con todos los gastos pagos, y estos cobran honorarios en moneda dura, mientras aquí viene la inmensa mayoría desde más de veinticinco países, pagando su hospedaje y alimentación, casi todos jóvenes que hacen su obra y proyectos con la total ignorancia de sus gobiernos y autoridades culturales.

Nos toca defender ese sueño ya en nuestras manos: cada vez que alguien intenta cuestionar, ¿De quién son las Romerías?, tropieza con una barrera infranqueable, porque las nuestras, que llevan una S de plural, tienen como protagonistas a los jóvenes creadores y pertenecen, ante todo, a quienes recogieron centavo a centavo para construir los cuatrocientos sesenta y ocho escalones del antiguo Cerro Bayado, y levantaron en su tiempo la escalinata más grande del mundo.

Nos lo cuenta el teatrista Yunior García, empeñado a hacer una serie de televisión que tome como escenario la ciudad en Romerías. Que estando en Brasil, hablando portuñol, cuando trataba de explicarle a otro artista donde estaba Holguín en una servilleta, situando a un lado a Guardalavaca, le respondió: -ya sé dónde queda tu ciudad, es la ciudad de las Romerías.
El estado socialista cubano otra vez planta bandera por los más jóvenes como es deber, y garantiza lo esencial, con una capacidad de sostenimiento entre su Comité gestor, la Asociación Hermanos Saiz en todas sus estructuras, y el sistema de instituciones culturales, con sus autoridades gubernamentales y políticas.

Necesitamos ahora a la ciudadanía. El nosotros, que apenas está de moda, y no sólo el yo. Porque eso queremos, no dinero, sino acciones. Hay que ser parte del futuro de esta ciudad, que es volver a soñarla. Impulsar esta Utopía multiplicada, y extenderla hasta el día en que aquellos jóvenes del mundo que no dispongan de recursos se queden en las casas de quienes se ofrezcan, tal y como le propusimos a Fidel en el I Congreso de la Asociación Hermanos Saiz.

Las Romerías de Mayo, que también han cargado su cruz, son ya parte de nuestra identidad. Esta es nuestra olimpiada del arte, la más grande fiesta culta y popular en esta Patria, porque Nosotros Somos Romerías.

Alexis Triana es el Presidente del Comité Organizador de las Romerías de Mayo.

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