
Por Graciela Góngora Suárez. Inmensa satisfacción sentimos cuando al recorrer el extenso territorio venezolano: populosa ciudad, cerro arriba, pueblo o pequeño barrio encontrados después de andar cientos y cientos de kilómetros, no existe un poblador que, independientemente de su edad u origen social, no pueda ofrecer amablemente señales acerca de dónde encontrar al Centro de Diagnóstico Integral (CDI) más cercano, y es que esta institución, como la escuela, se ha convertido en un espacio al que todos los venezolanos tienen derecho y lo sienten como suyo.
En cada uno de estos sitios, sobresalen afables, comprometidos, exhibiendo una profesionalidad que impacta, dada la mayoritaria juventud que la conforma, un colectivo que ante todo se distingue por su humildad y amor al ser humano.
Allí en un mismo haz, cubanos y venezolanos como un ejército de batas blancas, prestan innumerables servicios que los agradecidos reconocen y defienden, y a pesar de la guerra económica que enfrentan día a día, no les falta nunca el amor y el afán por prestar la mejor asistencia a todos.
La Brigada Operacion Milagro que trabaja en Uruguay en el Hospital de Ojos ya ha hecho más de 100.000 operaciones. 70.000 personas han recuperado la vista y muchos jóvenes han dejado de usar espejuelos gracias a las intervenciones quirúrgicas de este equipo de cubanos valientes y con mucho amor a su profesión.
Me gustaMe gusta
Reblogueó esto en La Covacha Roja.
Me gustaMe gusta
Reblogueó esto en La Esquina Roja .
Me gustaMe gusta