Por Luis Ernesto Ruiz Martínez. Mientras el «Emperador Trump» rompe vínculos con todo lo relacionado a la lucha por la preservación del planeta, en Cuba seguimos preocupados (y sobre todo, ocupados) por la actuación del hombre y el ya maltratado medio ambiente. Hoy es noticia el inicio de la XI Convención Internacional sobre Medio Ambiente y Desarrollo, que desde este lunes sesiona en el habanero Palacio de Convenciones con la presencia de representantes de más de 25 países.
En el contexto del evento sesionarán seis congresos sobre Cambio climático, Manejo de ecosistemas y biodiversidad, Educación ambiental para el desarrollo sostenible, Áreas protegidas, Gestión ambiental y política, así como Derecho y justicia ambiental.
Asimismo, la cita incluye tres simposios dedicados a las temáticas Ciencias de la sostenibilidad, Riesgos de desastres y Riesgos climáticos, y Museos de Historia natural, además de los coloquios Manejo sostenible de tierras y Transporte y medio ambiente.
Según el diario Granma, bajo el lema: Unidos e integrados por un desarrollo próspero y sostenible, el cónclave tiene reservado para la jornada inaugural un coloquio sobre el pensamiento ambiental de Fidel en el que se prevé la proyección de audiovisuales producidos por Mundo Latino.
El referido cotidiano anunció que la ministra de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (Citma) de Cuba, Elba Rosa Pérez, pronunciará las palabras de apertura de la Convención, prevista hasta el venidero día 7.
Los organizadores informaron que entre las naciones presentes figuran México, Estados Unidos, Colombia, España, Argentina, Costa Rica, Chile, Portugal, Perú, República Dominicana y Brasil.
Visión desde Cuba 
Profe, no dudo de las intenciones de nuestro estado de contribuir a atenuar el cambio climático por medio de acciones traducidas en decretos, leyes y acciones concretas como los saneamientos a bahías y la siembra de árboles y manglares, por poner 2 ejemplos, lo que me preocupa es la falta de conciencia sobre el tema de la propia población, por ejemplo, en Camaguey solo hay que darse una vuelta por las márgenes del río hatibonico que atraviesa la ciudad para ver que es una cloaca inmunda de tanta basura que tiran, tampoco se ha logrado concientizar en algo tan insignificante pero que dice mucho de la cultura de un pueblo como es la higiene de las calles, cualquiera con una lata de refresco o cerveza o un papel que sirvió de envoltorio a un alimento lo que hace mecánicamente es arrojarlo a la calle y nada pasa, y si hay menos basura visible es gracias a los trabajadores de comunales que con sus limitaciones día a día colectan toneladas de basura de las calles, de una vez tenemos que hacer valer las leyes y multar actitudes como las descritas, es lo que se hace en otros países y ha dado resultados
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ELP
Esa misma preocupación la compartimos muchos.
No solo se debe a la falta de educación, incide también que no somos sistemáticos en la aplicación de las débiles leyes que sancionan este tipo de conductas inadecuadas.
No todo se le puede dejar a la familia y la escuela, que tampoco es que tengan un papel «destacado».
He hablado con personas de otras latitudes que se asombran de ver la manera irrespetuosa con la que muchos se comportan en nuestras calles y parques y «no pasa nada».
No podemnos dejar de denunciar… y sobre todo hacer.
Gracias, una vez más, por llegar y compartir su visión.
Saludos desde Holguín
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Mis hermanos cubanos, ustedes pueden contra todas esas cosas. Tienen lo más importante que es el pueblo unido y la mejor educación del continente. Estoy segura que van a superar esto.
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Debemos tener cuidado con la politica ambiental y no confundir la destruccion de recursos con su no utlizacion cientifica. El plan para despoblar la Tierra y dejarla en manos de la elite global de los capitalistas no es otra cosa que el gobierno del nuevo orden mundial. Tengo a mi disposicion informacion cientifica al respecto y la puedo compartir y hasta discutircomo oceanografo que soy. Me encuentras en facebook.
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El Medio Ambiente, siempre fue la preocupación constante de Fidel Castro, nuestro comandante.
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