Por Luis Ernesto Ruiz Martínez. Cuenta mi madre que nací a las 12:10pm del 14 de junio. Esperó estoicamente que naciera aquel día para regalarme ese nombre. Y lo consiguió.
Me cuenta, además, que su último día de trabajo fue el 13 de junio, apenas 24 horas de llegar a este mundo. Tal vez, esa sea una de las causas de mi perseverancia y entrega al trabajo. Aquel día se despidió de sus colegas en la escuela pidiéndoles que prepararan el ramo de flores para llevarle a Ernesto, porque ese sería el nombre de su hijo en homenaje al Che.
Mis padres fueron la primera escuela para mi formación revolucionaria. A ellos les debo, y se los agradeceré siempre, el sentido del deber y la responsabilidad.
Quizás por eso, aquel día en que vestí el desnudo cuello de mi blanca camisa con la pañoleta pioneril, sumaba otra motivación a mi orgullo patrio.
Ya llevaba el honroso nombre del Che. Comenzaba entonces el difícil camino para intentar ser como él.
Que lindo relato Camarada ,simplemente ,me emocionó.Un saludo desde Argentina.
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Muy emotivo el texto..El Che,fue mi ídolo desde mi adolescencia,como Fidel,pero al morir heroicamente,hara pronto 50 años,el ejemplo del Gerrillero Heroico,nos marco a varias generaciones de Españoles,que vivíamos bajo la Dictadura de Franco..Seguimos teniéndole un gran respeto y amor hacia su persona..
También aquí,muchas familias pusieron el nombre de Ernesto a sus hijos,en homenaje y recuerdo al héroe asesinado en Bolivia,pero siempre vivo en nuestros corazones..
Felicidades para ti,mañana dia de tu cumpleaños,compañero,y que cumplas muchos mas..Un abrazo.Tomas.
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Un abrazo inmenso para ti y tu hermosa familia! Que sea un cumpleaños hermoso.
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Qué lindo, Luisi. Ojalá todos los Ernesto se sintieran así de orgullosos de llevar ese nombre
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Felicidades doble entonces!!! aunque triste, por no verte aquí en Guantánamo
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