¿Y mi pulóver de Camilo?


Yusmel Pérez en la Universidad de Holguín. VDC FOTO/ Luis Ernesto Ruiz Martínez.
Yusmel Pérez en la Universidad de Holguín. VDC FOTO/ Luis Ernesto Ruiz Martínez.

Por Yusmel Pérez Figueredo*. Soy rockero. Desde adolescente me resultaba imposible conseguir pulóveres, gorras, posters de AC/DC, Led Zeppelin o Metallica. Esos productos venían importados -casi siempre por las importadoras particulares del barrio- y sin parientes de afuera, mi bolsillo no alcanzaba. Así que mi pinta de rockero no pudo salir en los festivales, ni los sábados en el parque. Me resigné a los viejos casetes y a la ilusión de rebeldía que depuró mi gusto musical y mi pensamiento.

En el proceso lógico de crecimiento espiritual, y no tanto físico, fui sustituyendo esos íconos por otros de más acá. Aún soy rockero, pero también soy vanvanero, trovero, poeta –uno muy malo-, solidario, lector, fanático de Elpidio Valdés, de Los Domadores y del Equipo de las Cuatro Letras… En fin, un cubano de estos tiempos, de los de a pie. De los que no necesita creer en imágenes porque las crea. Pero un pulóver del Che, o con la bandera cubana es parte de esa forma

Por esa razón, para tener un pulóver del Che tuve que esperar a que mi hermana llegara de misión y me lo regalara. Y como el ojo de buen cubero a veces se equivoca, me hacen falta un par de kilos para rellenar el número de más en la talla de la prenda.

Y no solo por eso. Ahora que me puedo pagar algunos pequeños placeres ahorré varios meses –no sé cuántos- para comprarme un pulóver de Camilo, otro de Martí para portarlo el día 28 en la marcha. No pudo ser. En las tiendas de divisas son carísimos y de una tela endeble. Con los cuentapropistas que imprimen ropas es más o menos el mismo caso y uno tendría que recurrir al haraquiri económico.

Por otra parte, los del Che si existen, con mayor o menor calidad, con diseños atractivos y otros menos atractivos. Sin embargo, de Camilo, de Martí, o con la bandera… o una palma real son inexistentes. No hay variedad de ofertas ni diferenciación de precios con respecto a la calidad del producto. Y es ahí cuando uno comienza a plantearse hipótesis diferentes, que van desde el cuestionamiento hasta acusaciones masivas que llueven sobre mojado.

Este 6 de febrero, me puse mi pulóver del Che, pero me hubiera gustado tener uno de Camilo para honrarlo en su natalicio. Estar en los actos de recordación portando su imagen es otra de mis formas de tributar respeto al Señor de la Vanguardia, de estar cerca de un ideal, lejano, pero posible.

No soy superficial, soy rockero, fanático de Elpidio Valdés, de Los Domadores y del Equipo de las Cuatro Letras

Yusmel Pérez Figueredo es profesor de la Dirección de Comunicación Institucional en la Universidad de Holguín.

2 comentarios sobre “¿Y mi pulóver de Camilo?

  1. Si, es una falta inexplicable. Camisetas del Che, todas las que quieras, de otros héros, nada. ¿Por qué? Yo por ejemplo siempre he querido tener un pulover con la imagen de Abel Santamaría, 2do Jefe del Moncada…pero alguna que otra vez se han saltado hasta su cumpleaños, 20 de octubre, Día de la Cultura.

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