
Por Luis Ernesto Ruiz Martínez. Por estos días Google se ha encargado de mostrar en primeros lugares de las búsquedas asociadas al nombre de Eduardo Cardet Concepción, las páginas que vociferan la supuesta injusticia cometida por autoridades cubanas con este personaje de la contrarrevolución que ha pasado de médico a asalariado del imperio.
Se trata de un profesional formado por la Revolución Cubana, que por cerca de 20 años prestó servicios en nuestro sistema de salud hasta que fue separado de su cargo como especialista en medicina familiar, por probadas indisciplinas laborales en el ejercicio de su profesión.
Residente en el poblado de Velasco, municipio Gibara, en Holguín, Cardet mantuvo buenas relaciones con sus pacientes, según comentó el Dr. Almaguer, Director de esa Área de Salud. El funcionario señaló que Eduardo Cardet tuvo reiteradas ausencias injustificadas al cumplimiento del servicio de la guardia médica y al trabajo en su consultorio, alegando muchas veces presentar problemas familiares.
Sin embargo, lo que casi todos conocen en Velasco es que en muchas de esas oportunidades se encontraba de viaje por el exterior, sobre todo en visitas a Estados Unidos, Suecia, Panamá y España, aunque supuestamente salía a otros destinos.
Basta darse una vuelta por internet y encontraremos muchas evidencias de su participación en eventos con diversos motivos (a veces recibiendo supuestos premios otorgados al Movimiento Cristiano de Liberación, del que se dice líder en Cuba), y rodeado de personajes vinculados a la contrarrevolución cubana y hasta figuras de muy alto nivel del Partido Popular español.
Nada de esto dirán los que ahora alzan su voz para defender al “inocente”. Tampoco encontraremos una sola referencia a la golpiza que le propinó en el 2013 a un anciano por no quererle pagar el trabajo que este le realizó en su casa, o los maltratos a su esposa. Eso sería mancharle el expediente de “tipo bueno”.
La más reciente de las pataletas de este personaje se produjo en los días en que nuestro pueblo rendía tributo al Comandante en Jefe Fidel Castro en Velasco. Varios testigos aseguraron que expresó públicamente ataques contra Fidel y los líderes de la Revolución, se refirió de manera despectiva a las muestras de dolor de los profesionales de la salud y del pueblo de esa localidad, lo que recibió el rechazo inmediato de la población.
Este es el tipo de gente que preparan los aliados de la contrarrevolución para el futuro de Cuba.
¿Será posible que Eduardo Cardet pueda representar los derechos del pueblo cubano en esta localidad holguinera con semejante historial?
¿Estamos en presencia de un médico formado por la Revolución o un mercenario pagado por el imperio para destruirla?
Ese tipo es un descarado, se merecia la respuesta que le dio el pueblo Velasqueño cuando quiso pasarse de listo durante las honrras funebres a nuestro Comandante en Jefe, deberian dejarlo por muchos años en la carcel, es lo que se merece
Me gustaMe gusta
Reblogueó esto en La Covacha Roja.
Me gustaMe gusta
Estos son los «candidatos» que promueve la «comisión electoral» de La Florida. Son «nominados» en «asambleas de nominación de candidatos» (dirigidas por la «comisión de cuadros» de la contrarrevolución, encabezadas por Iliana Ross Lehtinen, Marco Rubio, Lincoln Díaz Balart y otros camajanes del Congreso de los EE.UU.) para «dirigir» el futuro de una Cuba post revolución.
Desde siempre, un médico promueve humanidad a su alrededor y en Cuba, aunque la Revolución ha formado miles de galenos, las personas las ven como personalidades, tanto en sus centros de trabajo como en las zonas de residencia. Esto justifica quizás, las «esperanzas» de la «comisión de cuadros» mencionada, de que estos personajillos (aquí entra también la figura del Dr. Vicet, otro ególatra agresivo) tengan un futuro en el «teatro» politiquero que se levantaría luego de derribar la Revolución.
Tonta ilusión, pues, desde el momento en que asumen un puesto en la nómina del Imperio y asisten como «invitados de honor» a «prestigiosos eventos» fuera de Cuba y reciben «merecidos premios», dejan de formar parte del pueblo que pretenden liderar.
El pueblo, que los conoce bien, repudia la actitud de semejantes personas, sean médicos u otros profesionales. Pasan, a increíble velocidad, de la admiración y cariño popular al desprecio de los cubanos.
Cardet puede sonreir a las cámaras fuera de Cuba y aparentar ser un médico de respeto, que se preocupa por el futuro de la Isla, pero en Velazco, Holguín y Oriente cubanos ( más de 6 millones de habitantes) conocen bien la «obra» del doctor devenido delincuente, pues en su última actuación, agredió a dos agentes del orden público y provocó lesiones a los mismos, (imagínese un médico provocando lesiones a otra persona), razón por la cual espera sanción penal por el delito de atentado.
Seria interesante ver a este personaje profiriendo amenazas y agrediendo a los «polices officers» en Miami u otra ciudad de EE.UU. Ni la misma Ileana Ross Lehtinen podria salvarle del linchamiento.
Me gustaMe gusta