
Por Luis Ernesto Ruiz Martínez. Un interesante artículo publicado este martes por Cubasi, uno de los sitios más visitados de Cuba, aborda uno de los problemas que hoy preocupan a los habitantes de la capital. Se trata de lo que pasa cuando llega la papa a los agromercados de La Habana y la enorme cantidad de irregularidades y malas decisiones que se toman para “regular” su venta a la población.
Coincido con Dayamí Trujillo en que los cubanos, muchas veces con el afán de “ayudar”, tomamos medidas que nadie les encuentra lógica. Con la papa y con muchas otras cosas, siempre aparecen habilidosos que se las arreglan para acaparar y más tarde, cuando los suministros escasean, sacar sus productos y por supuesto a precios engordados artificialmente.
Si bien eso es muy importante porque refleja una parte de nuestra cotidianidad, mucho mas alarmante es lo que sucede cuando no llega la papa, algo que se ha convertido en una triste y permanente realidad en el oriente de Cuba y no dudo que en provincias de otras regiones. Al tema hay que entrarle con fuerza, porque, como las papas, esto tiene bastante tierra encima y no aparece quién se la quite.
