En Cuba no hay espacio para la impunidad


Por Luis Ernesto Ruiz Martínez. Unos pocos párrafos, algunas fotos y la publicación de un video, conformaron la “cobertura mediática” de un hecho de sangre ocurrido en la noche del pasado 18 de junio en Holguín, donde cuentan cómo murió un joven por el disparo del arma de un efectivo de la Policía Nacional Revolucionaria.

Lamentablemente, como ya es habitual en estos casos, son los llamados periodistas independientes los que asumen el papel de “corresponsales”, casi siempre bien alejados del buen accionar periodístico. La prioridad es cumplir el “encargo” de los que satisfacen medianamente sus necesidades económicas, aunque para ello la mentira y la manipulación sean siempre protagonistas del texto.

Si bien es cierto que el hecho desafortunadamente ocurrió y que nadie tiene el derecho de privar de la vida a otro ser humano, me siento en el deber de aportar algunos elementos que he podido conocer en este último mes y que siguen ausentes en sus reportes.

Esos “periodistas independientes” no cuentan que Yosvani Ladrón de Guevara, el fallecido, y varios ciudadanos que lo acompañaban esa noche (como otras tantas, embriagados bajo la reacción que produce la unión entre el alcohol y las sustancias sicotrópicas), alteraron la tranquilidad del Reparto Harlem, apedrearon varias viviendas de los vecinos y lanzaron ofensas a quienes los enfrentaban.

Tampoco dicen que los combatientes de la Policía que acudieron al lugar por el reclamo de esos vecinos que sentían violada la tranquilidad de esa noche, fueron enfrentados brutalmente, apedreados y lesionados, al punto de que uno fue hospitalizado con peligro para su vida.

Sabemos muy bien que publicar esta parte de la historia no conviene a los que pagan esos articulillos que circulan frecuentemente por la web.

Fuentes cercanas a la familia confirman que Yosvani, a pesar de la juventud que tanto resaltan los “articuleros”, gozaba de una amplia hoja criminal que incluye hechos de robo con violencia e intimidación en las personas, alteraciones del orden, no trabajaba ni estudiaba y en ocasiones golpeaba a su mujer y su abuela, motivos por los que llegó a cumplir sanción de privación de libertad.

¿Por qué estos escritores de faltas ortográficas, incoherencias y sinsentidos no respetan el dolor de los familiares?

Al contrario, los han acosado constantemente buscando arrancar un criterio acusador contra el Estado Cubano, apoyados incluso por algunos “grupusculeros” que invadieron la funeraria intentando, en ese momento de dolor, incorporar seguidores, lo que es igual a aumentar las cuentas personales de sus cabecillas.

Ese día, algunos familiares tuvieron que expulsar a estos personajes del lugar donde daban el último adiós por pretender influenciarlos para, durante el sepelio, portar un cartel en contra del gobierno y las autoridades.

No dejo de preguntarme qué hubiera sucedido en otro lugar de este planeta si acciones semejantes se arremetieran contra la policía. Sobrados ejemplos vemos a diario por las noticias, no solamente las que nos publican en la televisión nacional, sino también las que vemos en internet. A diario surgen hechos de violencia policiaca y no se les da esa repercusión como la que sufre nuestro país cuando se defiende algún funcionario.

Los invito a que investiguen (para comenzar preguntando a la gente en la calle, donde casi siempre se sabe todo), la cantidad de hechos con uso de arma de fuego contra ciudadanos que han ocurrido en Cuba en los últimos cinco años. Con el resultado, comparen cuántos ocurren a la semana en los Estados Unidos y verán que los nuestros no son significativos.

Si hubo o no equivocaciones por parte de los policías actuantes aquel día, aspecto que no descarto pues todo ser humano es imperfecto, es algo que será investigado y abordado debidamente en el juicio que se celebrará por esta causa con la participación de los familiares de Yosvani (a quienes, reitero, se ha querido manipular).

Esperemos no se tenga que llegar nunca a medidas tan extremas para enfrentar nuestras indisciplinas sociales, pero debe quedar bien claro que en Cuba no hay espacio para la impunidad.

7 comentarios sobre “En Cuba no hay espacio para la impunidad

  1. Luis Ernesto:

    Tus argumentos son convincentes.

    Está DEMOSTRADO que los LUMPENPROLETARIOS, en todos los países, son utilizados por la reacción para desvirtuar los hechos políticos, aquí, en Chile, los usan para deformar las acciones de las justas protestas de los distintos sectores desatendidos, por los gobiernos de turno, para que esas protestas den la imagen de que son hechos delictivos.

    Por lo que he visto que ha sucedido en Cuba, además, es que han sido utilizados por los CONTRARREVOLUCIONARIOS internos y externos, esos hechos delictivos dándoles connotación de hechos «políticos», da asco como son explotados esos casos en todos los medios propiedad de la alta burguesía, y lo más dolorosos es, que el ciudadano común se lo cree.

    Creo que, sin llegar a crear la «crónica roja» de la prensa sensacionalista burguesa, nuestros medios tradicionales deben denunciar esos hechos como lo que son: HECHOS DE DELITO COMÚN… Y que nuestro Código Penal aumente las condenas en los casos de los reiterantes en los mismos, para que los LUMPEN se intimiden y acaben de aprender QUE NUESTRO PAÍS ES DE LOS TRABAJADORES.

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  2. Ernesto:

    Que bueno que existen blogueros como tú que no temen callarse la boca y decir lo que piensas sin importar lo que piensan de ti o si eres incómodo o inconveniente.

    Estoy de acuerdo con casi todo lo que has dicho; sólo quiero apuntar que, si no se hubiese sido tan permisivo con la delincuencia en este país en los últimos años, los borrachos y los delincuentes lo pensarían dos veces antes de alterar la tranquilidad ciudadana o enfrentarse a la policía; y si nuestra prensa le diese un correcto seguimiento a estos temas (que no es ignorarlos por completo) no tendrían público alguno los descarados que viven de la contrarrevolución.

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  3. Creo, que desgraciadamente, la PNR no ha podido realizar muchas veces su trabajo so pena de que toda la prensa «independiente» internacional se echara encima del «estado represor cubano». En cualquier otro país «democrático» la policía pega, golpea, tortura y mata. En Cuba por lo que yo sé y he visto, se trata a los delincuentes con guante de seda.
    En fin, que si bien es verdad que no está bien acabar con la vida de alguien, también es verdad que existe la legítima defensa.
    Saludos

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